Shostakovich - Sinfonía Nº 1 - Haitink
>> viernes, 24 de julio de 2009
Las sinfonías de Shostakovich de principio a fin.
La integral de Haitink:
Primera sinfonía
La integral de Haitink:
Primera sinfonía

Dmitri Dmítrievich Shostakóvich nació en San Petersburgo (Rusia) el 25 de septiembre de 1906 en el seno de una familia de cierto nivel intelectual, comenzó a recibir lecciones de piano de su madre, revelándose muy pronto un niño prodigio, tanto como pianista como compositor. A los 13 años ingresó en el Conservatorio de su ciudad natal, a la sazón dirigido por Alexánder Glazunov, quien avaló la carrera académica del joven músico. Tuvo como profesores entre otros a: Nicolayev (piano), Sokolov (contrapunto y fuga) y Steinberg (composición). Buen estudiante; solo suspendió la asignatura de «Metodología marxista». Su ejercicio de graduación fue una sinfonía: Su primera sinfonía en Fa menor.
Se estrenó cuando Shostakovich contaba con 19 años de edad, y constituyó un tremendo éxito, mostrando lo mucho que el jovencísimo compositor tenía que decir en la música; a la vez que los medios culturales oficiales de la república, exultantes, creían haber encontrado al primer gran autor musical de la nueva Rusia soviética.
Manejando con viveza extraordinaria tanto el drama y la tragedia, como la más fina sátira, la obra se presenta en cuatro movimientos, ejecutándose los dos últimos sin interrupción. En el primero (Allegretto - Allegro non troppo) se desarrolla desde el Allegretto partiendo del diálogo entre fagotes y trompetas hasta desembocar en una jovial marcha entrando de esta manera en el segundo tema a destacar: un vals con motivos que se podrán oír en posteriores composiciones. El segundo movimiento (Allegro) comienza con un frenético scherzo que da paso al piano que ejecuta rápidas escalas antes de llegar a melodías algo mas sombrías; el fagot nos devuelve al motivo (allegro) inicial mientras el piano y los violines inician los acordes finales rodeados por el fondo de los vientos-madera, cuerdas y triángulo.
Con un solo de oboe, algo lúgubre, comienza el tercer movimiento (Lento) que con el soporte continuo de las cuerdas en pianissimo, desemboca en un redoble de tambor que nos introduce con el ultimo movimiento de la sinfonía (Allegro molto - Lento - Allegro molto). Tras un oscuro pasaje de las cuerdas se entra en una melodía muy rápida del clarinete y la cuerdas que va in crescendo hasta alcanzar un furioso clímax, descendiendo después a una calma interrumpida por un fortísimo solo de timbal que nos encamina hacia la coda final, en el que la sección de metales compone fanfarrias sobre los crecientes y virtuosos motivos de las cuerdas.
Cuarenta y cuatro años antes y en la misma sala, había tenido lugar la premiere de la 1ª Sinfonía de Glazunov, cuando éste tenía una edad de 16 años. El paralelismo no tardó en presentarse, los críticos comenzaron a buscar similitudes entre las obras de ambos. Dado el puesto de mentor que ostentaba Glazunov, muchos buscaban en la música del recién graduado alguna referencia hacia el músico consagrado. Nada más lejos de la realidad. Mientras la obra de Glazunov era afín a las de sus predecesores nacionalistas, incidiendo en los procedimientos musicales de compositores como Borodin o, sobre todo, Rimsky-Korsakov; Shostakovich, por su parte mostraba una enorme cantidad de recursos propios, revelando una importante deuda hacia la más pura tradición sinfónica rusa.

La duración de la pieza es de aproximadamente de 30 o 35 minutos. La obra , pese a ser menor dentro del grandioso corpus sinfónico del autor, se suele interpretar con cierta regularidad. En cuanto a grabaciones, la mayoría suelen ser parte de integrales grabadas por un director. Tal es el caso del enlace que proponemos: corresponde a la versión de la integral de Bernard Haitink con la London Philharmonic Orchestra, la cual nos proponemos completar en siguientes entregas.
2 comentarios:
Fernando de León inición en el blog del Cuervo López un repaso por el ciclo de sinfonías de Shostakovich dirigidas por B. Haitink. Para que esa serie no quede inconclusa, comenzamos su publicación en Oído Fino.
Como ha indicado Fernando G. Toledo, recomenzamos la serie iniciada en el blog del Cuervo. Debido a la conmoción que supuso el fallecimiento de Gabriel, no tuve ocasión de agradecer los comentarios que se hicieron a los post publicados en elcuervolopez. Aprovecho la ocasión para hacerlo ahora. En especial a Matías (Sereneltexto)por sus interesantes reflexiones; a Lever aparte de su comentario, por su magnifico blog fuente de innumerables satisfacciones; y a Mahlerite-Shosta, cuyos conocimientos de Shostakovich le dan un valor enorme a su comentario.
Fernando de León
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